Uno de los grandes hitos de la carrera espacial de la Rusia postsoviética fue la inauguración de Vostochni, el primer cosmódromo construido en la nación euroasiática desde la desaparición de la URSS. Se trata de uno de los proyectos de mayor escala en el país en el siglo XXI. Las obras comenzaron en 2012 y ya se está utilizando, garantizando el acceso soberano al cosmos para Rusia: situado en el Lejano Oriente, acabó con la dependencia crítica rusa del cosmódromo Baikonur, que pasó a la soberanía del vecino Kazajistán tras su independencia en 1991.
El año pasado, por ejemplo, se estableció un récord cuando un cohete portador, que despegó desde Vostochni, puso en órbita 51 satélites rusos de una sola vez. En total, Rusia realizó 17 lanzamientos en 2024 al llevar al espacio 99 aparatos, entre ellos 3 iraníes, uno perteneciente a Zimbabue y uno ruso-chino. De esta manera, la serie interrumpida de lanzamientos espaciales que se llevaron a cabo según lo previsto y sin incidentes —iniciada en 2018— alcanzó la inédita cifra de 134.
El otro hito lo constituyó el exitoso despegue desde Vostochni de Angara-A5, el primer cohete portador pesado desarrollado en Rusia tras la disolución de la Unión Soviética. Con capacidad de llevar una carga útil de hasta 37 toneladas, sustituirá a los Proton-M. Aparte de poder transportar más tonelaje, los Angara-A5 no usan combustible tóxico, lo que los convierte en ecológicos. Además, se está desarrollando su versión reutilizable, lo que rebajaría los costos de las misiones espaciales y aportaría viabilidad a los más ambiciosos proyectos rusos en el cosmos.
De hecho, serán los Angara-A5 los que llevarán a órbita los seis módulos de la futura estación espacial rusa. Se contempla lanzar el primero en 2027 y completar lo que sería la Estación Orbital Rusa para 2033, según el programa aprobado. Una de las razones del proyecto es que la Estación Espacial Internacional, en órbita desde 1998, está cada vez más obsoleta: entre otros desafíos que presenta, hay una creciente preocupación por su integridad física, debido a que sus piezas más antiguas tienen vida útil hasta el año 2030, por lo que está sobre la mesa el tema de su desmantelamiento.
Por su parte, los módulos de la Estación Orbital Rusa serán fácilmente sustituibles, mientras que siempre pueden añadirse nuevos. Es decir, sería prácticamente "perpetua", sostienen los diseñadores. Su ubicación permitiría observar todo el territorio nacional, incluido el Ártico ruso, contribuyendo a tareas como la exploración y producción de recursos naturales o el desarrollo de la agricultura. También serviría para todo tipo de experimentos, entre ellos la creación de fármacos, el uso de bioimpresoras para cultivar órganos humanos, así como de biorreactores para cultivar alimentos en circunstancias de largos vuelos espaciales. No en vano, el jefe del Kremlin, Vladímir Putin, calificó a la Estación Orbital Rusa como "un puesto avanzado de Rusia para la exploración y la conquista del espacio".
En este contexto, el jefe de diseño del proyecto, Vladímir Kozhévnikov, adelantó que la estación también ejercería como un trampolín hacia la Luna.
A propósito de la Luna: en 2024, el presidente ruso ratificó un acuerdo con China sobre la construcción de una base conjunta en el satélite natural de la Tierra. Estaría lista para 2036 y significaría un gran salto en la exploración lunar. Ya son al menos 12 países los que se sumaron a la iniciativa, mientras que Rusia —un potencial mundial en el uso pacífico de la energía atómica— está avanzando en la construcción de un generador nuclear que alimentaría a la estación.
Tampoco puede pasarse por alto la creación por Rusia de una constelación de satélites, un análogo ruso al Starlink estadounidense. Los detalles pueden conocerse en mi otra entrega para Cuadernos de un moscovita.
Y estos no son todos los hitos todavía. En otras palabras, puede constatarse que el legado de Yuri Gagarin sigue aquí, cuidado y continuado por la Rusia de hoy.
1- Que no debe utilizar un lenguaje ofensivo.
2- Que debe ajustarse al tema del artículo.
DeGranma se reserva el derecho a no publicar los comentarios que incumplan las políticas anteriores.