Destaca el embarazo adolescente, situando a la provincia como el territorio de mayor riesgo en Cuba, lo que exige reforzar la educación sanitaria y políticas preventivas.
Paralelamente, se señaló el trabajo informal infantil, un fenómeno invisibilizado en documentos oficiales, emerge en la sociedad gramenses incentivado incluso por sus familias quienes los conminan a vender productos en las calles, vulnerando sus derechos.
En el ámbito metodológico, se criticó el enfoque reactivo de las ciencias sociales que actúa ante crisis, en lugar de prevenir riesgos.
En consonancia se propone un modelo proactivo basado en análisis continuos y estrategias de contención. Para ello, se resaltó la necesidad de fortalecer los consejos técnicos asesores municipales, convertirlos en “cerebros pensantes” que alineen estrategias de desarrollo local con visión integradora.
El Consejo enfatizó la integración municipal entre gobierno, sector del conocimiento y producción de bienes/servicios, especialmente para revitalizar los polos productivos agropecuarios. Además, se subrayó el papel de la ciencia aplicada:
“Las investigaciones deben cerrar con propiedad intelectual, industrial y aplicación práctica, midiendo su impacto no solo teórico, sino en soluciones concretas para la producción y servicios”, subrayó el Doctor en Ciencias Rafael Izaguirre Remón, su presidente.
En materia económica, se hizo alusión a la depresión de las inversiones nacionales en materia de producción de alimentos lo que obliga a los municipios a generar recursos propios desde el superávit local para impulsar la producción agroalimentaria, sin depender de asignaciones centralizadas.
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