Después de la temprana salida, en el mismo primer inning, del abridor Albert Valladares, Keniel Ferraz, su relevo, y José Isaías Grandales, por los avileños, se enfrascaron en un bonito duelo. Los Leñadores fueron los que más forzaron al lanzador oponente, mientras los de casa caían, uno tras otro, por los efectos de las serpentinas del rescatista del bosque.
Tanto fue el cántaro a la fuente, que los del Balcón del Oriente empataron el choque en el cuarto, al combinar un boleto con tres imparables. En tanto, Ferraz dejaba en tres incogibles y sin carreras a los Tigres, hasta que, en el sexto, aceptó el cuarto, un cuadrangular de Denis Laza, que se ha metido en el corazón de la afición avileña
Yosvani Alarcón empujó, con inatrapable el empate, abriendo el séptimo. Sin embargo, con dos hombres en circulación, en el cierre de ese acto, Samón decidió el juego.
Dany Miranda nos había dicho que ojalá pudieran ganar por 4-0, pero que era bien complejo, sobre todo ante un equipo tan batallador como Las Tunas. Ahora, mucho más cerca de esa pollona, comentó que «seguiremos juego a juego, y continúa siendo muy difícil esa tarea. Ya vieron este partido, peleado de principio a fin, en el que cualquiera puede vencer», y ratificó para el partido de mañana a Kevin Soto, a fin de encargarse de la apertura.
Preguntado sobre cómo ve a este nuevo equipo que representa, Samón dijo que es un colectivo que «cree en el triunfo, que en torno a ese pensamiento es muy unido. Agradezco mucho a su director haberme llamado, y doy gracias a Dios por poder aportarle, con ese jonrón que di en la séptima entrada. En esta Liga los peloteros nos conocemos, sabía de lo efectivo que es Rodolfo Díaz con sus envíos laterales. Me preparé y pude dar ese batazo».
Yunier Batista, el hombre grande del relevo avileño, se encargó del último tercio, tras el empate a tres. Le pegaron dos jits y no permitió anotaciones. «salí, como siempre, a hacer mi trabajo, enfocado en el control primero, y luego en poner la bola donde más incómodo le sea al bateador. Creo que nuestro pitcheo será capaz de sostener la aspiración de ganar está Liga»
Nunca antes Las Tunas había estado 0-2 debajo en un play off. Ahora, en esta final de la iii Liga Élite, vive esa pesadilla. Al respecto, su mentor, Abeicy Pantoja, nos dijo: «Solo puedo decir que quedan cinco desafíos, y tienen que ganarnos dos, y eso no será fácil. Estamos frente a un equipo muy compacto, con hombres que saben jugar play off, pero los nuestros también».
Comentó que en el encuentro de ayer batearon más que el rival y se quedaron con la mitad de las carreras que ellos marcaron. «Hemos sido improductivos a la ofensiva, y en este segundo juego falló el abridor y el último relevista. Sin embargo, salimos a dar la cara tras el ko del sábado. Estamos en una situación difícil, pero no imposible de revertir».
A fin de solucionar esa improductividad, que ayer se reflejó en 11 corredores dejados en base, siete de ellos en posición anotadora, y ante la ausencia, al parecer, por toda la final del mejor hombre de su nómina, Roberto Baldoquín, le preguntamos si tiene algún plan.
«Tenemos que estudiar las posibilidades de agrupar, en la alineación, a los hombres que estén mejor al bate, para que puedan producir con compañeros en bases», afirmó.
Sin embargo, aclaró que, aunque Baldoquín es clave en el desempeño de su equipo, «no estamos perdiendo porque él no está, sino porque no logramos hacer bien las cosas en todos los órdenes de juego, fundamentalmente a la ofensiva».
Para el importante encuentro de mañana en el bosque encantado del Julio A. Mella, nos confirmó que el abridor sería el zurdo Eliander Bravo.
Aun cuando no pudo llevarse la victoria, es obligatoria la mención a Keniel Ferraz, lo mejor que vimos ayer sobre el montículo. Solo el batazo de Laza le removió el piso, porque a la labor realizada se incluye el haber dominado siempre al mejor bateador de nuestro beisbol, Frederich Cepeda, a quien ponchó en dos ocasiones.
«Cuando un lanzador logra un resultado así, tiene que sentirse muy feliz, porque si alguien es sagrado para la pelota cubana, ese es Cepeda. Pero no me voy contento, porque no pude impedir la victoria del adversario. Más, como dice el profesor Pantoja, esto no se ha acabado», nos respondió.
No podíamos dejar el play off en Ciego de Ávila sin premiar a una afición que, desde las diez de la mañana, tanto el sábado como el domingo, obligó a cerrar las puertas del José R. Cepero, convertido en un jolgorio de pueblo que no paró en desbordarse en alegría y en su apoyo a los Tigres. Lástima que este estadio siga siendo tan pequeño para tanto beisbol que guarda en sus entrañas.
Mañana Las Tunas está obligado a que la mística de su «bosque encantado» y de su afición, esa que en los últimos 23 encuentros allí le ha dado la victoria a los Leñadores, se haga presente, para comenzar a revertir la furia del Tigre.
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