El humedal Delta del Cauto, el más extenso, complejo y mejor conservado sistema deltaico de Cuba y del Caribe, constituye además el segundo humedal en extensión y el tercero de América Latina.
Este singular sitio natural de singular belleza atesora uno de los ecosistemas de manglares mejor conservado del país, y por las características del relieve todos los escurrimientos de agua durante el periodo de primavera llega a través de los ríos de la franja hidrorreguladora del Cauto.
Está enclavado en la cuenca del río Cauto con una extensión de 61 kilómetros de cauce principal, existiendo una amplia diversidad de especies de plantas, tanto maderables y no maderables, como frutales y arbustivas; además de los bosques de la zona costera, formados principalmente por manglares.
En cuanto a sus valores faunísticos está presente el grupo de los vertebrados como el mejor representado, con más de 138 especies de aves. Asimismo se presentan ocho familias de reptiles, con el destaque del endémico local Anolis birama, restringido a las márgenes del cauce interior del Cauto.
Existen otras especies cuyas poblaciones son consideradas de relevancia internacional como el Crocodylus acutus (Cocodrilo americano) y la Cyclura nubila (Iguana) y Epicrates angulife.
La influencia de la cuña salina que afecta al territorio impacta de manera negativa en la flora y la fauna de este humedal, de ahí la importancia de los trabajos que se realizan como parte de la implementación de las acciones de la Tarea Vida, para garantizar la mitigación de los efectos del cambio climático sobre la flora y la fauna y su conservación, garantizando su adaptabilidad y supervivencia.
La apertura de canales y la limpieza de 13 kilómetros de esteros, la eliminación de ramas y arbusto, así como la construcción de ocho kilómetros de zanjas y 18 kilómetros de diques contribuyen al flujo y reflujo de agua en las zonas deforestadas, trayendo consigo el arrastre y diseminación de las semillas hacia ésta zona, favoreciendo la Regeneración Natural Autóctona en los últimos años de 48 hectáreas de mangle, permitiendo además que éstas áreas sirvan de reclutamiento para la fauna acuática, que incrementa la presencia de ave acuáticas, convirtiendo el área en una zona estearina con abundante aves que se albergan, nidifican y forrajean.
Para cumplir las 50 hectáreas por Regeneración Natural y el enriquecimiento de los bosques con la protección integral de los ecosistemas forestales se trabajó en el vivero forestal, eliminación de especies invasoras y en la preparación de tierras en Birama, La flora, La salina y La larga, así como en las plantaciones en las márgenes del río Cauto.
También se ha realizado el monitoreo y estudio de las poblaciones de especies críticas y en peligro, el estudio de salud y supervivencia del manglar y la flora asociada, mientras resaltan las acciones para garantizar la ejecución de los proyectos de Educación Ambiental con los niños de las escuelas enclavadas en los Consejos Populares que abarca las áreas del humedal.
El humedal Delta del Cauto cuenta con un numeroso equipo de especialistas y obreros de flora y fauna, que velan por su preservación y garantizan el cuidado de este ecosistema, declarado Sitio Ramsar por su valor natural y estado de conservación.
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