Con frecuencia en calles, parques, o cualquier escenario de la Mayor de las Antillas, se escucha a muchos jocosamente decir que ¨En Cuba el que no tiene de congo, tiene de carabalí¨.
Y es que la característica distintiva de la creencia religiosa en Cuba es la mezcla de múltiples creencias y manifestaciones.
Esta fusión, que es la forma más extendida de la práctica religiosa en Cuba, calificada por el gran etnólogo cubano Fernando Ortiz como transculturación cultural, más conocida como sincretismo religioso, se formó principalmente sobre la base de la yuxtaposición de elementos del catolicismo, traído por los conquistadores españoles y los de las religiones africanas, que traían consigo los esclavos brutalmente arrancados de ese continente, a la que se incorporó posteriormente elementos del espiritismo.
Pero el abanico religioso en Cuba no se circunscribe solo al catolicismo, la santería y el espiritismo. También se insertan dentro de las prácticas religiosas cubanas las denominaciones protestantes (pentecostales, bautistas, adventistas, testigos de Jehová, metodistas), así como grupos como la Iglesia Ortodoxa Rusa, la Iglesia Ortodoxa Griega, los Judíos, musulmanes, budistas, bahaís, y los mormones (La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días).
En la Isla, las creencias y prácticas religiosas son reconocidas y tienen como características la espontaneidad, con una relativa autonomía de sistemas religiosos organizado. Esta forma es identificada como religiosidad popular, evidencia y resultado del mestizaje y la síntesis cultural formadora de la nacionalidad cubana.
Tal diversidad de credo en el país ha sido posible por la libertad religiosa existente, la cual se expresa tanto en la existencia de un amplio y diverso universo religioso, en el que las cubanas y los cubanos practican y organizan sus creencias dando lugar a la existencia de disímiles y variadas instituciones y organizaciones religiosas, como en documentos legales, entre ellos la Constitución de la República.
En su artículo 8 el citado instrumento legal establece que El estado cubano reconoce, respeta y garantiza la libertad religiosa.
Otro de sus artículos, el 55, plantea que el Estado, reconoce, respeta y garantiza la libertad de conciencia y de religión, reconoce, respeta y garantiza a la vez la libertad de cada ciudadano de cambiar de creencias religiosas o no tener ninguna, y a profesar, dentro del respeto a la ley, el culto religioso de su preferencia.
Ese amparo legal ha posibilitado que a diario sea cada vez mayor el número de cubanos los que se identifiquen con una determinada religión, sin embargo las creencias de los nacidos en esta tierra datan de mucho antes de la modificación, en 1992, de la Constitución de la República.
La diversidad religiosa está en los genes del cubano. Los hijos de esta Isla nacimos de una mezcla de razas y culturas que no podemos negar, y aunque no todos profesan una religión, son muy pocos, los que en determinadas circunstancias, no apelan a la bondad divina para salir del aprieto.
En fin, que aunque cada cual tiene la libertad de escoger si práctica o no una religión, casi todos creemos en algo, y tenemos de ¨congo o de carabalí¨.