Jesús Menéndez salió del Hotel “Telégrafo” de Bayamo y visitó en su recorrido varios centrales azucareros. De regreso partió hacia el poblado de Yara, con el objetivo de tomar el tren rumbo a Bayamo.
Por una invitación de Paquito Rosales abordan el tren de Manzanillo. Eran las 8:20 pm cuando el tren entraba a la ciudad del golfo. Bajando ya Manuel Quesada y Paquito Rosales, detrás iban Menéndez y Casillas. Este último ordenó a los soldados de la escolta que condujeran detenidos a Quesada y a Menéndez, pero cambiando de criterio expresó: “Yo me llevo a Menéndez”.
¡“Usted no puede ni hablar más”! ¡“Usted está detenido”!
El líder azucarero aclaró que no lo acompañaba al Cuartel; descendió con la serena dignidad de un representante del pueblo y echó a andar con su paso elástico de siempre por el andén, seguido de cerca por Casillas, quien desenfunda su pistola y comienza a dispararle a la par que gritaba: “Yo a ti te llevo vivo o muerto”.Jesús Menéndez quedó allí tendido sin vida, tres balazos habían herido su cuerpo; el primero le atravesó el pabellón de la oreja, el segundo le alcanzó en el extremo superior del hombro y el tercero, que resultó fatal, atravesó su corazón.